Sol Johanna Carrillo Robalino
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DEDICATORIA
A la luz de la Diosa que suavemente se apodera de mi espíritu y me engrandece.
INTRODUCCIÓN
Cuando mi niña vislumbraba la Danza de vivir,
No se sospechaba lo grandioso de la Danza
Como un poder de sanación para la vida.
Recordé un día que mi cuerpo, mi Ser, tienen mucho que ver con la regeneración de la tierra y de la luna.
Hoy, Mujer en busca de la luz, siento a mi niña asustada y a la adolescente herida.
Son memorias alojadas en mi cuerpo, el que ha registrado el dolor, la alegría, la muerte, el renacimiento, la madurez, el olor....
La memoria corporal está emergiendo desde lo más primigenio.
El trabajo corporal, a través de la danza tiene un significado profundo de reconexión con mis más íntimos sentimientos y es el que devela a mi espíritu.
El cuerpo como una puerta para alcanzar lo sublime.
Un cuerpo, el templo que se completa a cada paso, un cuerpo, que tiene ciclos y hace el acto de parir la vida a cada tiempo.
Del árbol viejo con raíz, tronco y ramas, que riega cielo y tierra, de la semilla que nos devuelve, que nos enseña el camino de retorno.
La flor herida, arrancada y desde lo más oscuro y fangoso re-nace como un loto, bañándose de pétalos el ser más sutil que devuelve la ternura, la caricia.
El ser generoso en dar y recibir.
Después la Diosa Tejedora del más grande sueño, con el hilar fino y trabajador, todo repercute, la Vida, la Muerte, el Amores la fiesta de celebrar.
Desde el corazón emerge la más intima plegaria.
La madre y el cielo.
Soy Mujer Flor, pájaro, lirio, caracola, manantial, semilla, árbol, raíz,
Nutrida de la savia de la tierra y del corazón del cielo.
Cascada de luz que limpia y renueva mi espíritu.
Cuerpo cofre su esencia recuperada en la danza eterna de amor, libertad,
del despertar de la diosa que soy.
DESARROLLO
Las mujeres han sido violentadas cotidianamente, y de formas sutiles, lo que equivale a someterlas a través de creencias y muros que han impedido su desarrollo personal, de tal manera que se le restringe y niegan las posibilidades de creatividad y su lógica para los juicios críticos, con ello, su poder de intuición va disminuyendo.
La sociedad con sus conceptos religiosos y morales ha impuesto al sexo femenino prejuicios y estereotipos que cargan y gravan su hacer intelectual.
Las sanciones para ellas, van disciplinando y modelando su comportamiento de acuerdo a una esclavitud de exigencias estructurales que antagonizan con sus derechos, limitando de manera egoísta y mezquina sus libertades.
Al otorgar la sociedad roles de madre, esposa y profesional, ha ido sistemáticamente menospreciando su interioridad espiritual y síquica. Así, por miles de años se le negó el derecho al placer dentro del plano de la sexualidad, por ello, es histórica su inhibición a expresar emociones y sensualidad y a la expresión de formas artísticas y virtuosas para su crecimiento personal.
Siendo el ser intrínseco, la piedra angular de todas las expresiones y posibilidades de realización, es imperioso que junto a su delicada belleza íntima, no existan choques que crean en ellas un vacío personal muy doloroso; por tal motivo, es necesario retomar el ancestral concepto de lo mágico y mítico que ayuden a reconstruir los espacios sico-espirituales de creatividad como un derecho inalienable que engrandece, ilumina y transforma a la mujer permitiendo que puedan evolucionar de manera soberana, a plenitud, con amor personal para que trascienda del verdadero rol histórico que la naturaleza femenina le determina como mujer y como diosa.
Por lo expresado, el tema que denuncio, abarca realmente una necesidad científica, sociológica, antropológica y fundamentalmente esotérica que comprende definiciones lógicas dentro de la carrera de Ciencias Ancestrales.
El trabajo pretende determinar una realidad en las siguientes interrogantes:
Si es posible o no hacer que la diosa que toda mujer posee, pueda resurgir o despertar de su interior a través del movimiento basado en la danza Butoh.
Establecer hasta donde las mujeres son cíclicas y portan en su cuerpo almas de diosas con poderes para crear, sustentar, nutrir y cambiar el rumbo de la vida.
Referencias
Me servirán de referentes en la consecución de un trabajo racional y lógico, las experiencias y conceptos de Susana Reyes, quien investiga sobre estos campos desde hace varios años.
Además, y con el afán de fundamentar mis conceptos, utilizaré criterios públicos ya difundidos en varias obras especializadas para el tema, tales como:
* "EL PODER MÁGICO DE LAS MUJERES", porque su contenido enfrenta la práctica de rituales, festividades, profecías y otros aspectos esotéricos sobre la diosa.
* "LA GRAN MADRE LUNA", obra que define la recepción de toda la magia lunar dentro de la vida cotidiana de la mujer.
* "DIOSAS LA CANCIÓN DE EVA", libro desde el cual surgen los arquetipos, en la concepción deidista femenina y las manifestaciones de la mujer amante y seductora, madre, sacerdotisa, hechicera y el papel de musa que ella cumple.
* "LAS DIOSAS DE CADA MUJER", tratado que aclara y fundamenta definiciones, conceptualistas de las diosas internas y formas como la mujer puede activarlas para potenciar sus facultades físicas, mentales y espirituales.
* "EL PODER DE LA DIOSA", obra dentro de la cual se hacen estudios serios sobre la comunicación energética vibracional y síquica, asuntos de reencarnación y sueños, entre otros temas de importancia.
"EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA", que trata de la espiritualidad y las técnicas para ejercitarla en el mundo de las diosas y la mujer.
Además, servirán de marco teórico otras obras que tengan relación con el tema , cuyos estudios partan desde el campo esotérico y científico.
RASGOS CRONOLÓGICOS GENERALES
Primeros Indicios de organización social en los pueblos del mundo.
Este capitulo parte de una incógnita que nos remonta al inicio de los tiempos, donde existía sólo el vacío del cual se produce la vida, el origen del mundo y su evolución.
Desde el nacimiento de la historia , cada cultura ha encontrado una respuesta al misterio de la existencia, y en muchas de ellas el principio femenino es la fuente de la creación de todas las formas de vida sobre nuestro planeta, evidentemente la posición de los científicos reconoce que en el principio existía el gran vacío, y lo que desde una cosmovisión ancestral era el momento inicial del amor cósmico, los físicos lo llamaron el "Big Bang" y desde una perspectiva que entrelaza la teoría creacionista y evolucionista se establece que hace unos cuatro y medio billones de años el planeta Tierra se puso en órbita como el tercer planeta en torno al sol.
En el transcurso de millones de años de evolución apareció la vida bajo complejos sistemas que requerían diversidad y cooperación con el fin de garantizar la supervivencia.
Las ancestras y ancestros totémicos y tribales pertenecían a grupos específicos. Así existe el "pueblo serpiente", "el clan del oso", etc... Cada grupo desciende de una serpiente original universal o de una osa universal, etc. El clan al que hemos pertenecido en nuestra primera encarnación en la Tierra. Las ancestras y ancestros primordiales son seres sobrenaturales que pertenecen a los distintos mitos de creación en el mundo, quienes crearon la Tierra y las estrellas e influencian y sostienen todas las formas de vida a través de las eras. Hay tantos mitos de creación como culturas en el mundo, pero también hay algunos que son universales.
La Gran Madre promete abundancia, nacimiento, crecimiento, armonía, comunidad y relación. Fue la proveedora original, la socializadora, la madre –amante- maestra significa el desarrollo de la agricultura y las primeras civilizaciones surgidas durante el Neolítico.
La estatua que se muestra a la izquierda fue esculpida en la arcaica ciudad de Catal Hüyuk (actualmente, Turquía), unos 20.000 años más tarde que la Venus de Laussel.
Como Marija Gimbutas observa, "la temprana agricultura debe haber crecido alrededor del altar de la Diosa Madre, el que así se convirtió en centro social y económico, al mismo tiempo que lugar sagrado, germen de las futuras ciudades.
En el período de la historia cuando se produce la retirada de los hielos y aparecen nuevas tierras, los grupos humanos existentes empezaron a emigrar y entremezclarse. En el mundo antiguo se concebía a la Tierra como un cuerpo vivo, un ser vivo, reconocido desde el comienzo de los tiempos como la Madre Tierra. El poder de la vida tiene su origen en el contenido de la naturaleza.
Hace cincuenta mil años nuestros antepasados comenzaron a dejar huellas de su linaje, de sus creencias, costumbres, de su forma de relacionarse en el entorno natural de esa época en el que se extendían valles cubiertos por plantas comestibles y variedad de frutos, rebaños grandes y aves migratorias, ríos, arroyos puros, llenos de una variedad de peces. Pequeños grupos se asentaron en gigantescas cavernas de Francia, Suiza, España, Palestina, en las que se protegían de las adversidades del tiempo y posibles amenazas de animales.
Lo que se puede observar en el Paleolítico es la existencia de una cultura que se prolongó al menos durante 50.000 años con una figura central, la Gran Madre, que instituyo una cultura artística, el amor a la vida, la creencia en el más allá, una relación simbiótica con los animales, las plantas, un profundo respeto por los ciclos naturales de la Tierra y la mujer que aseguraba la continuidad del grupo, garantizaba y protegía la fecundidad y la abundancia.
Las primeras comunidades primitivas llamados clanes se asentaron, en medio de la naturaleza la cual les proveía de todo alimento, las que en gran parte del mundo no tenían grupos elite, ni propiedad privada, compartían por igual la tierra, los alimentos, las mujeres, los hombres e hijos. No tenían la idea de protegerse contra la violencia o el ataque de otros grupos, en este tiempo se podía tomar libremente los frutos, y la caza era abundante, estas culturas muestran signos de una convivencia pacífica, sinarmas, no se conocía la guerra, la violación, la invasión, el robo y en todos estos grupos la concepción de la Diosa era fundamental.
Así el ser primitivo tenía una conciencia sobre su alma, su cuerpo, sobre los árboles, las estrellas, el trueno, y todos los fenómenos del mundo exterior, tenían una participación mística, en la que la fertilidad era imperativa en la vida, era sinónimo de poder y esto pesó en la importancia de los misterios de una época en la que la magia de las mujeres dominaba el plano temporal y también el espiritual.
La relación de respeto que se establecía entre el hombre primitivo con la mujerera por el símbolo que representaba, igualmente como la tierra era fecunda, la mujer tenía este don de dar frutos, y ella era la encargada de la supervivencia de la especie.
Martín-Cano tiene dice al respecto: "En este proceso evolutivo se puede comprender que el ser humano es un ser social, con capacidad de organización para enfrentar desafío, es en este momento donde el poder erótico de la mujer fue uno de los motores de socialización de los clanes humanos, por el hecho de estar en contacto con su desarrollo emocional y sexual, daba cohesión y fortaleza al grupo. Los vínculos sociales estaban ligados al instinto natural, y se observa una gran organización de las mujeres para solucionar las dificultades que se les presentaba en el parto, el cuidado, la crianza, lo que pone de manifiesto una especie de hermandad de las mujeres".
FAMILIAS MATRICÉNTRICAS
Los primeros grupos humanos serían familias matricéntricas, grupos estables que se compondrían de madre y sus bebés, igual que las familias de los primates.
Las madres son las que les han procurado la mayor parte de los alimentos diarios y han creado fuertes vínculos de manera permanente. En los grupos prehistóricos humanos, la madre sería de mucha importancia, ya que tenía la capacidad de crear vida, de sustentar la vida, de perpetuar la especie humana.
La agricultura primitiva se inicia con las mujeres, debido a su conocimiento y relación intima con los ritmos de la naturaleza, y las plantas, esta actividad marca un avance radical en la relación con el entorno y los miembros de las tribus.
El Matriarcado como primera coyuntura de la mujer en la sociedad.- Concepciones religiosas, esotéricas y místicas.
En estas culturas tempranas tanto en el paleolítico y el neolítico las mujeres ejercían una importante posición en la estructura social comunitaria y constituían el elemento primordial en la familia. Además el artey el modo de subsistencia que se desarrollaba nos muestran un profundo respeto por la vida, por la deidad femenina que manifestaba abundancia, fertilidad y prosperidad en todo cuanto tocaba. La estructura social de estas culturas al parecer igualitarias y no jerárquicas, un modelo armonioso de coexistencia, sin impulsos agresivos ni de competencia se ligan a las características esenciales de un sistema matriarcal.
"La era matriarcal, un período en el que nuestros antepasados femeninos influyeron de modo importante sobre la sociedad y sobre las mujeres mismas. Los valores predominantes eran por entonces los valores de las mujeres, un tiempo en el que se concebía la armonía a partir de la naturaleza cíclica interior, un tiempo en el que se valoraban las intuiciones y los sueños. Era una de las religiones más viejas del género humano en donde los valores femeninos y masculinos no estaban polarizados."
En la imagen de la Madre Paz, la Emperatriz como Gran Madre representa a la Tierra desde donde nace toda la vida y adonde retorna al final del ciclo natural. Las primeras estatuas de este tipo fueron pequeñas figurinas de "Venus" embarazadas, que pertenecen a la Edad del Hierro en Europa y Rusia (alrededor de 30.000 años a. C.). Estas pequeñas figuras no poseen rasgos distintivos de cara, manos o pies, evidenciando claramente que su importancia reside en sus pechos llenos y en su vientre abultado.
La fertilidad de la Madre y la fertilidad de la Tierra en estas culturas primitivas siempre están conectadas, desde el Paleolítico cuando se cazaba y recolectaba el alimento hasta los tiempos de la agricultura, cuando se cultivaban granos y se domesticaban animales. Así, el toro representaba tanto a la antigua domesticación de animales protectores, como el signo astrológico y la constelación de Tauro. Este, astrológicamente, es "el signo de las madres" y está vinculado con las Pléyades y Venus, el planeta regente de la Emperatriz.
La fusión entre espíritu y materia, la Diosa dentro del cuerpo. En las civilizaciones primitivas, el ritual estaba integrado al ciclo de plantación y cosecha, nacimiento y muerte, un homenaje ofrecido a la Gran Madre por su regalo de fertilidad. Como en el caso de Catal Hüyuk, las ciudades fueron construidas sin fortalezas, sugiriendo que la gente había encontrado caminos pacíficos para compartir el espacio. La propiedad era de posesión común y transmitida por línea femenina representada en la sacerdotisa y el templo, exactamente como hoy día la descendencia matrilineal es reconocida entre algunas culturas africanas y nativas americanas.
CONCEPCIÓN ESOTÉRICA
Las mujeres, no aceptan la muerte como un fin, al no concebir un cielo o un infierno en el sentido cristiano, aceptan como tantas otras religiones de la antigüedad, el proceso de la reencarnación.
La autora Mariechild dice: "... Creen en la magia porque admiten al mundo como algo más que una realidad física. La magia no actúa contra la naturaleza, la magia de las mujeres era el resultado de una profunda comprensión de cómo trabajar y actuar conforme a ella, la relación con la misma naturaleza permitía la unión con sus ciclos, tenían la visión y sus facultades abiertas, los cinco sentidos completamente descongestionados y aperturados hacia dentro y fuera, además del sexto sentido, el psíquico, el que les permitía la conexión con el mundo más allá de lo físico. Cuando estas facultades son desplegadas, se tiene acceso a la energía y a la información espiritual y síquica, la sensibilidad síquica por si sola".
La magia, por aquella época no era sólo un medio de adivinación del futuro, ni la comunicación con los espíritus o hacer que la propia voluntad trabaje siguiendo varios fines, era un arte, llamada el arte de los sabios, y requería de una mente integra, de pensamientos, sentimientos e intuición capaz de proporcionar una conexión significativa entre el mundo material y el mundo espiritual. Las civilizaciones anteriores a los dioses eran al mismo tiempo matriarcales y pacifistas, estaban estructuradas de forma muy distinta al mundo de hoy.
Sin limitarse al Oriente Medio, la llamada "cuna de la civilización", la Edad de Oro de la tríada de devoción a la diosa, matriarcado y paz se extendió por Egipto, el mundo greco romano, Creta, Persia, Islas Británicas, Irlanda y norte de África. En estas culturas y en docenas de otras más mandaba la diosa y las mujeres. Las familias estaban compuestas por madres e hijas que vivían en grupos comunales sedentarios dedicándose a la agricultura y el cuidado de los hijos, participando en los ciclos de la luna y de las estaciones.
Corroborando el criterio que sostiene este tema la autora Diane Stein dice que "La herencia y los niveles de familia se seguían por orden de nacimiento según la línea materna. No había paternidad en estas sociedades, ya que las mujeres no eran monógamas. Un niño pertenecía a su madre y al conjunto de la comunidad".
El pensamiento se ese momento como deidad suprema era la propia tierra en la forma de una mujer que da vida a todo, las mujeres que guardaban en sus propios cuerpos el misterio y el conocimiento del nacimiento eran las madres y dirigentes de la civilización. Entre las mujeres había una progresión joven-madre-anciana a la que se adaptaban las enseñanzas y las funciones sociales.
Al principio todas las sociedades habrían pasado por una primera etapa de matrilinealidad. Al respecto afirma MORGAN, Lewis H "Allá donde la descendencia se sigue por la línea femenina como lo era universalmente el período arcaico y continuó subsistiendo instituciones matriarcales a principios del nacimiento de los Estados, entre ellos laherencia al trono por vía matrilineal, lo que pone de relieve la presencia del matriarcado arcaico".
El clan totémico la concepción de lo matriarcal se conocía en que la vida de cachorro salía del vientre de la madre, de ella se alimenta y con ella se identifica, lo que marcó una diferencia a favor de la mujer y generó una exclusión del hombre del poder.
Han sobrevivido huellas de descendencia matrilineal y hasta de matriarcado en las civilizaciones egipcia y cretense, inclusive las primeras civilizaciones neolíticas otorgaron la mujer la mas alta condición. La influencia femenina en la sociedad era principal ya que de las mujeres dependía el desenvolvimiento en todos los campos, en lo económico, la estructura social y el poder que ejercían, la familia matricéntrica estaba compuesta por la madre y los hijos que formaban una unidad económica autosuficiente.
En la Prehistoria durante miles de años los núcleos de población se agrupaban ante todo alrededor de las mujeres, pues las mujeres por su condición ocupaban un lugar importante en la familia, la sucesión de los bienes y posesiones valiosos que heredaban sólo las hijas, las mujeres cazaban, recolectaban, araban y recogían los frutos para proveer de alimentos a sus hijos, ellas eran las que los cuidaban cuando estaban enfermos, celebraban cultos para pedir a la Madre Naturaleza que los protegiera.
Se puede mencionar el criterio de Pirenne: "En estos grupos humanos es la madre la que aparece esencialmente como fuente de toda la vida, de un modo particular en esa época en que la unión conyugal no existía de modo estable".
Así en la Prehistoria y en algunas regiones todavía a principios de los tiempos históricos, estuvo vigente una sociedad matriarcal pacífica virginal, entendida como una mujer que es virgen, es completa-en-si-misma, en la que lo femenino jugaba el papel principal en el mundo social, las mujeres ejercían su autoridad sobre sus descendientes matrilineales reunidos en tribus independientes, este poder era el político, económico, religioso.
Para la historiadora PÍA LABIOSA ZAMBOTTI, en las más antiguas culturas agrícolas, mandaban las mujeres, la Gran Madre tenía a su servicio una corte de doncellas, hijas, nietas, parientes, etc. constituye una familia natural similar a la que el mundo de las abejas , en la que la abeja reina dominaba rodeada de una corte de obreras". Vivian en comunidades sin guerras porque la autoridad era ejercida legítimamente por descendientes matrilineales de la madre Ancestral, la diosa que había dado origen al pueblo, de este modo se aceptaba de igual manera la legalidad del poder de la mujer.
El rol femenino era concebido como un poder mágico, elevándola a lo divino, la mujer fértil, la de grandes pechos, de vientre robusto paso a ser sacerdotisa y reflejo de la Gran Madre Tierra.
Concepciones místicas
Gran Madre representa a la Tierra desde donde nace toda la vida y adonde retorna al final del ciclo natural. Las primeras estatuas de este tipo fueron pequeñas figurinas de "Venus" embarazadas, que pertenecen a la Edad del Hierro en Europa y Rusia (alrededor de 30.000 años a. C.). Estas pequeñas figuras no poseen rasgos distintivos de cara, manos o pies, evidenciando claramente que su importancia reside en sus pechos llenos y en su vientre abultado.
La fertilidad de la Madre y la fertilidad de la Tierra en estas culturas primitivas siempre están conectadas, desde el Paleolítico cuando se cazaba y recolectaba el alimento hasta los tiempos de la agricultura, cuando se cultivaban granos y se domesticaban animales. Así, el toro representaba tanto a la antigua domesticación de animales protectores, como el signo astrológico y la constelación de Tauro. Este, astrológicamente, es "el signo de las madres" y está vinculado con las Pléyades y Venus.
Hay numerosos ejemplos de soberanas que ejercieron solas el poder y la soberanía en todos los continentes, reinas que también realizaban el sacerdocio, esto se demuestra en representaciones iconográficas en las que aparecen mujeres con los atributos de sus funciones políticas, religiosas y judiciales, así se manifiesta en objetos como coronas, collares, tronos, cetros, símbolos de poder legítimos, recibidos por vía matrilineal y emanado del cielo, ya que se asociaba el reino de la tierra con el reino de los cielos por el vinculo que sostenían con las estrellas y el más allá.
Concepciones religiosas
La espiritualidad traspasa las creencias limitantes de la religión, y aparece en los humanos desde los primeros tiempos. Algunos científicos incluso llaman a nuestra especie animales religiosos. Como dice la autora Busapest: "Surge la religión en el proceso que formalizó en el que parece ser de la comunicación espontánea con los espíritus que rodean".
A la vez las mujeres se constituían reinas, sacerdotisas que ejercían un poder teocrático como encarnación viviente de a Diosa, además de realizar la labor de juezas castigando a los delincuentes en defensa de sus territorios, administraron sus riquezas y desempeñaron un papel muy determinante en aquella época en que sus súbditos las admiraban. Fueron llamadas en diferentes regiones por nombre que se derivaban de nombres de la Diosa.
La mujer aporta a la evolución de la humanidad como inventora de numerosos hechos culturales: la agricultura, diversas técnicas de transformaciones deproductos alimenticios, farmacológicos, minerales, cerámica, curtido de pieles, artesanías del tejido, herramientas,... Y el gran papel jugado por la mujer en los inicios de la cultura humana: como maestra-nodriza, curandera, sacerdotisa, poetisa, escribana, jueza,... lo que patentizaría la existencia del matriarcado en la Prehistoria. Los estudios se apoyan en las nuevas teorías antropológicas, en estudios de primates y se complementan con estudios de las creencias y de la sociedad de diversas regiones y hallazgos arqueológicos.
En las familias el más importante papel lo jugarían las mujeres, en las primeras sociedades la mujer sería más importante que el varón. Y las jerarquías se establecerían entre las hembras emparentadas, al igual que ocurre entre las primates. Las hijas permanecerían en el grupo femenino y los hijos varones abandonarían el hogar estable femenino, y los adultos entrarían de manera transitoria.
La madre seria la jefe de las bandas y tribus que se desplazaban en la fase recolectora, depredadora-parasitaria de la Naturaleza; la cabeza de familia, tendría el papel principal. Era la que protegería a sus hijos cuando enfermaban; sería el centro.
En el régimen social matriarcal predominaba la madre e importaban los lazos de sangre. Y en las familias el más importante papel lo jugarían las mujeres. Ellas tendrían el mayor status social, ostentarían el poder político, regirían la sociedad: serían reinas. "En las más antiguas culturas agrícolas, mandan sin ninguna traba las mujeres: la gran madre incluso tiene a sus servicio una corte de doncellas, hijas, nietas, parientes, etc." (Laviosa, 1959: 67).
Sin duda, en las primeras edades de la historia humana el milagro y la fuerza mágica de la mujer fue una maravilla no menor que el universo mismo, y esto dio a la mujer un poder prodigioso, y una de las preocupaciones principales de la parte masculina de la población ha sido destruirlo, controlarlo y emplearlo para sus propios fines." (Campbell, 1991: 358).El varón en los primeros grupos ocuparía una posición subsidiaria. Precisamente esta posición sería la que les llevó a rebelarse. "
LA MADRE ENSEÑABA EL CONOCIMIENTO
La madre, al igual que la hembra primate, sería la que enseñaba a sus descendientes: el conocimiento para la sobrevivencia; a recoger los alimentos adecuados, a cazar; la que les enseñaban los comportamientos y tradiciones sociales que ella inventaba. (Pervive el conocimiento de la madre que enseñaba a sus descendientes en el régimen matriarcal la idea de "Alma Mater" con que se denomina a la universidad).
El lenguaje requiere una forma de cohesión social y sería la mujer la que como jefa del grupo matricéntrico, con su necesidad de comunicarse, con su capacidad de crear vínculos con sus hijos, la que posibilitaría el desarrollo del lenguaje.
Ella debido a que había de cargar con los hijos y los había de alimentar, habría desarrollado un lenguaje verbal que le dejara las manos libres, mientras que en la caza se desarrollaría el lenguaje gestual para evitar con los ruidos alertar a la presa (se sabe que los cazadores bosquimanos sudafricanos hoy día tienen un lenguaje gestual mientras cazan en grupos).
En el milagro del alumbramiento era y debería seguir siendo un momento de adquisición de autoridad para todas las mujeres, pues está estrechamente relacionado con el misterio de la transformación. El carácter transformativo de lo femenino como principio creativo abarca el mundo entero, la totalidad de la naturaleza en su unidad original, a partir de la cual surge y se despliega la vida, asumiendo en su transformación más elevada, la forma del espíritu. (Eric Neumann)".
La autora Guetty dice al respecto: "Al igual el acto de exprimir la lechede los pechos representa la continuación de los misterios de la transformación y un recuerdo de la generosidad de la diosa, su capacidad para nutrir, proveer, contener y proteger, así como para hacer que todos vuelvan a su vientre".
Ellas serían las depositarias de la cultura. Las creadoras de un código de comunicación verbal que implicaba la existencia de una serie de relaciones sociales. Así que en el proceso de hominización las mujeres tendrían un protagonismo principal. Por consiguiente es lícito afirmar que la mujer sería la responsable del proceso de hominización.
LA MUJER INVENTÓ LA AGRICULTURA
Tras la etapa de la economía recolectora y depredadora se pasó a otra productiva con la agricultura y la siembra de los terrenos de cultivo (Neolítico). La mujer conocedora de los ciclos regulares de las estaciones y su efecto sobre los vegetales fue la causante del descubrimiento y la aparición de la agricultura. "Se admite por lo general que, como derivación de su antigua función de recolectora de alimentos vegetales, fue la mujer quién inventó y desarrolló la agricultura" (Hawkes y Woolley, 1977: 227).
Invento femenino de la agricultura reconocido por muchos historiadores: "el mérito del descubrimiento de la agricultura recaería enteramente sobre las mujeres." (Eliade, 1990: 140). "Los antropólogos atribuyen, generalmente, el cultivo de las raíces alimentarias a la mujer, que, de recolectora pasó a ser cultivadora." (Girard, 1978: 730). "Los mitos atribuyen el hallazgo del cultivo
original de la yuca a una mujer, sublimada a categoría divina." "... el matriarcado se debe a la iniciación de la agricultura por parte de la mujer... El huerto es propiedad de la mujer, ésta lo transmite a sus hijos, y de ahí debió derivar el predominio social femenino." palabras de W. Schmidt, según refiere (Bagué Garriga, 1958: 50). "Sí, y ahora el poder pasa a la mujer. Como su magia es la de dar a luzy alimentar, lo mismo que hace la tierra, su magia da base a la magia de la tierra. En la tradición primitiva, la mujer es la primera cultivadora." (Campbell, 1991a: 151). "Sobre el origen del matriarcado en las sociedades humanas se ha discutido y se discutirá mucho. Hay quién ve en él el signo de la posesión de la tierra por las mujeres, que inventaron la agricultura; otros piensan que la idea que de la generación se hacían muchas sociedades primitivas atribuye, en la fecundidad humana, un papel despreciable al varón." (Fouquer, 1979: 22). "Cunow opina que el matriarcado se desarrolla cuando se convierte en importante el trabajo agrícola de la mujer, lo cual aumenta considerablemente el valor de ésta." según los enciclopedistas (Espasa, Tomo 33,1988: 1003).
Asimismo la mujer inventaría las técnicas para fabricar los cestos para la recolección de los vegetales, etc. En palabras de Eisler "las tecnologías básicas de la civilización". (Todos trabajos de mujeres según algunos estudios de los huesos llevados a cabo por Theya Molleson en algunas culturas neolíticas).
MUJER INVENTARÍA EL CALENDARIO
Además, al necesitar las recolectoras y las agricultoras, conocer los alimentos característicos de cada época del año, así como el momento adecuado para sembrar y realizar las diferentes labores agrícolas, empezarían a fijarse en las estrellas que sobresalían en el cielo en diferentes épocas. Y así descubrirían que la desaparición de ciertos grupos estelares por el cielo vespertino eran coincidentes con la lluvia o el tiempo adecuado para la siembra o recolección: inventaron el calendario.
1.3 Definiciones conceptuales sobre el culto a la diosa y a la mujer estereotipo.
La historia de la Diosa tal y como ha llegado con el transcurso del tiempo determina que los antepasados más remotos y el desarrollo de las grandes civilizaciones, enseñan el papel supremo de lo femenino en calidad de lo divino.
Desde la perspectiva de Vicki Noble se puede entender: "La perspectiva mitológica supone un hilo de toda la historia; las repercusiones políticas para las mujeres y nuestras actitudes cambiantes hacia la vida y la naturaleza también se encuentran inextricablemente unidas al destino de la Diosa".
Y antes de la era patriarcal, los pueblos de todo el mundo consideraban los principios del universo como propios de la diosa y de sus símbolos, la hembra que produce el nacimiento y la vida. Desde la Grecia pre-helenística hasta los Hopi nativos americanos, África, Oriente Medio y Sudamérica se repiten leyendas parecidas como las olas de un mar , un mar tan profundo como el propio nacimiento. En principio era la nada que se convierte en el caos: todas las cosas formando un potencial infinito, pero sin forma ni orden, el húmedo abismo del universo. El caos es un concepto de fertilidad femenina, relacionado con la luna, mientras que el mar, que evoluciona en la tierra o en el seno gestante de la mujer, constituye sus paralelos.
"La creadora de este vertiginoso abismo es Gea, Yemaya, La Mujer Araña, Ishtar o Astoret, Demeter, la Pacha Mama y tiene otros mil nombres. Surge del caos y lo ordena para darle forma. Pone las cosas en su lugar y hace que nazcan los planetas, las personas y todo tipo de vida como compañeros para su soledad."
El nacimiento es un acto femenino y las narraciones de la creación de las culturas anteriores a los dioses masculinos son, actos de diosas que dan a luz, aunque su nombre cambia de una cultura a otra, sigue siendo la gran madre, la que todo lo da, la que produce la vida y alimenta de su propio cuerpo.
La diosa pre-helénica más antigua es Gea (la tierra), la babilónia Tiamat (el mar), Yemaya, la sirena diosa de los yorubas, se la conoce en toda África occidental y por toda América Central y del Sur, La mujer Araña, la que teje la vida, gran madre de los indios Hopi en la zona sud-oeste de Norte América, la diosa Ishtar o Astoret tiene sus orígenes en Babilonia pero su culto se extendió por todo oriente medio y llegó a convertirse en el prototipo de Isis la diosa egipcia, Kwan Yin y Nu Kwa en China, Aido Hwedo y Mawu en África, Inanna la diosa Sumeria, Démeter, lo mismo Hera surgen de si mismas, del caos. Girando como un torbellino en la oscuridad, se convirtió en una galaxia de resplandeciente luz y creó el sol y la luna, el espejo del cielo. Fundiéndose con los cielos, ella misma en el espejo, dio vida los mares y al enfriarse se formó el planeta.
Cada una de estas y otras diosas de la creación dan forma a la tierra por nacimiento o por modelado, crean toda la vida. Son al mismo tiempo, la tierra y la luna. Sus símbolos y leyendas son ejemplos de historias que se encuentran por todo el mundo y en cualquier época, estableciendo a una diosa como fuerza creadora del universo. Son la base de la espiritualidad de las mujeres, de la magia y como en el culto de la diosa cada mujer es una parte de la madre creadora, resulta que cada mujer participa en la creación por sus propios actos de nacimiento y modelado. DIANE STAIN P64.
La mujer que crea tiene este aspecto del ser de la diosa, la diosa estaba al principio, lo mismo que estará en el futuro. La gran diosa madre del universo, es la creadora del mundo, de todo lo que existe y forma parte del ser de las vidas de todas las mujeres. DIANE STEIN EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA P64
La Diosa es la madre, la hembra, la tierra fértil. Sus abultados pechos son montañas y sus oscuras aperturas de agua son los océanos, su piel es el suelo del que crecen todas las plantas y todo alimento. Su interior es nacimiento, muerte y el mundo subterráneo del renacimiento, el lugar donde se forman los cristales y los volcanes, donde empieza y termina la vida.
Del mar de su vientre salieron el huevo y la serpiente de toda vida, los peces y los crustáceos, las serpientes y criaturas marinas que evolucionaron después en tierra firme. De su vientre salieron las aves y los animales, los insectos que vuelan, caminan y reptan por su cuerpo. Ella es la Diosa que todo lo da, y que todo lo quita. DIANE STEIN EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA P 54 CREACIÓN Y DIOSAS DE LA CREACIÓN
El ónfalos u ombligo de la Diosa es el oráculo de Delfos, el delfos significa útero, vigilado por la hija-serpiente de la diosa, la Pitia y sus sacerdotisas. Sus grutas y santuarios son los lugares de sabiduría interior, entre la superficie y el mundo subterráneo, los lugares de la Diosa donde se escuchaba la sabiduría de la diosa por medio de su sacerdotisa y ella garantiza el don de la profecía. DIANE STEIN EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA P54,55 CREACIÓN Y DIOSAS DE LA CREACIÓN
"Las imágenes de la Diosa Madre, principio femenino del Universo y fuente de toda vida, abundan. Están en arcilla, en piedra, en herramientas, en pinturas modernas.
"La Diosa tiene diez mil nombre, compartidos por las mujeres alrededor del mundo. Se llama Diana, madre sagrada; se llama Tiamat, Hécate, Isis, Inanna, Belili, la Gran Madre del Maíz, Artemis, Brigid, Morrigan Cerridwen; su nombre es el de todas las mujeres – Ana, Susana, Luly, Catalina, Mariana -. Todos los nombre propios de mujeres derivan de nombres de la Diosa y todas nosotras sin excepción somos expresiones de la Madre, manifestaciones de la Diosa en la Tierra." ZSUZSANA BUDAPEST EL PODER MÁGICO DE LAS MUJERES P 314-319
"Y lo mismo que hace la diosa arriba, en el universo, las mujeres abajo, en la tierra, continúan el misterio de dar y alimentar la vida, el de la menstruación, el del nacimiento y el de amamantar". DIANE STEIN EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD DELAS MUJERES P25
"Hallazgos arqueológicos de todo el mundo representan a la diosa mujer del nacimiento, con los senos, el vientre abultados y las piernas abiertas en posición de parto. La veneración por la fuerza vital pasó a ser veneración por la mujer". DIANE STEIN EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA
Se la honra en calidad de dadora y mantenedora de la vida: de su vientre surge el gran misterio y todo vuelve a ella. Toda la vida se mantiene mediante su cuerpo geano, en equilibrio homeostático, Tanto si fue la Gran Diosa Madre quien sirvió de guía a nuestros antepasados a la hora de convertirse en seres conscientes como si no, es una mujer la que. Como madre, nos vigila a todos y a cada uno de nosotros desde los primeros momentos de nuestra existencia.
Los mitos de la creación de innumerables culturas dan testimonio, de este fenómeno y del papel que ha desempeñado el principio femenino en la conformación del mundo en el que habitamos.
La Diosa es universal y permanente en la imaginación humana y la fabuladora más importante: su historia se encuentra entretejida en el mundo entero con las vidas y las leyendas de los hombres.
Desde siempre se ha reconocido a la Diosa bajo diversas formas. Es la Madre del mundo, la dadora de vida, la gran nutridora, sustentadora y sanadora; pero también la que porta la muerte, la que garantiza la inmortalidad y la liberación. La Diosa da Y la Diosa quita. Es capaz de compasión infinita y de total aniquilación.
En definitiva, es la encarnación de lo que conocemos como vida y su historia, antigua como la vida misma, porque ella es la vida. Es el tiempo pasado, presente y futuro, la forma y la amorfia.
La Diosa aparece en una cultura tras otra con multitud de denominaciones; su panteón es enorme y sus dominios amplios. Nuestros antepasados eran politeístas y panteístas: no existía una deidad todopoderosa que rigiese la vida de la humanidad, sino una Diosa polifacética a la que se podía invocar pronunciando sus nombre para que satisficiera las necesidades de las gentes.
Sus santuarios se encontraban por todas partes , pues en todas parte moraba: junto al hogar, en el pozo o el manantial sagrado que forma la catedral de la naturaleza, en la cueva más profunda, en la montaña más alta.
Las plantas y los animales, la Luna, el Sol las estrellas, el río que fluye hasta el mar y el océano mismo: todo eran sus dominios. Todos ellos estaban consagrados a la Diosa. Todo formaba parte de la Gran Madre y por consiguiente, de la misma familia. Todas las Diosas son autoridad para traer sexualidad (fuego) y lenguaje (alfabeto) a sus pueblos como en el caso de Saraswati en la India; Brigit en Irlanda e Isis en Egipto.
Donde se rinde culto a la Diosa, ya sea en Europa o en la india, en la antigüedad, La Diosa proporcionaba la forma de la iniciación masculina o femenina. Las sociedades de hombre participaban activa y necesariamente en su culto, la sabiduría de las cultura en las que se rendía culto a la Diosa consistía en presentar la necesidad como un misterio y representarlo como purgación individual y festividad universal.
Los primeros ritos iniciáticos se basa en lo femenino, los ritos de las mujeres giran en torno a sus ciclos y la iniciación sacraliza los momentos fundamentales de lapubertad la menstruación, el amor sexual, el alumbramiento y la maternidad. También incluyen los ciclos, más amplios, de la Naturaleza y el retorno de las estaciones, que honran el lugar que ocupa la Diosa en el ciclo cósmico.
Los misterios primordiales de lo femenino siempre se han asociado con la vegetación, a través de la intimidad de las mujeres con el mundo de las plantas. Las flores, las frutas, el maíz y el trigo no eran únicamente fuentes de alimento, sino símbolos de fertilidad.
Ha sido virgen, amante, madre y vieja. Tiene diez mil nombres y la han llamado Reina de los Cielos, ama de la Oscuridad, Señora de las Cosa Salvajes, Tejedora de la Tela.
Uno de los múltiples dones de la Diosa es el poder de transformación, la capacidad para adoptar la forma de animales, sobre todo de aves y serpientes.
En todo el mundo antiguo se rendía culto al yoni como objeto del gran misterio: la entrada a las cuevas y a los recintos con puertas y columnas representa el santuario uterino de lo divino femenino. En la tradición tántrica de la India, el yoni aparece en los templos, para que todos lo honren y respeten como fuente de la vida, la belleza y el placer, es otro ejemplo del fluir de la fuerza vital a través de lo femenino.
"Esta misma tradición reconoce que toda mujer representa el principio divino conocido con el nombre de Sákti. Mediante la existencia de la fuerza Kundalini, la mujer puede alcanzar mayor potencial creativo , pues la inseminación cósmica del poder de la serpiente despierta en ella la conciencia definitiva de la realidad. Tal despertar y la proyección de esta fuerza en el mundo suele manifestarse en el proceso de dar a luz." ADELE GUETTY LA DIOSA MADRE DE LA NATURALEZA VIVIENTE.
En Egipto, la Diosa constituyó siempre un aspecto fundamental del panteón. En la época dinástica se dividió a la diosa buitre Nekbet en Nut, el cielo( una de las predecesoras de la griega atenea), la que existía desde la eternidad, la que creó el mundo y situó a Ra, el dios sol, en los cielos. Bajo la más conocida de sus múltiples formas, era la alada Isis, conmemorada como la Más Vieja entre las Viejas, que fundó las artes de la curación, la agricultura, el derecho y la justicia, también lamonarquía.
En el arte del mundo entero se nos presenta como energía omnipotente de la Fuerza Vital. Sin ella no somos nada; con ella, nuestra capacidad se llena de una energía vital que nos encamina hacia el futuro.
Representa a corporizada en los arquetipos de Ishtar y Afrodita, diosas babilónica y griega del amor. También es Deméter, la diosa griega del trigo, adorada en los Misterios Eleusinos y más tarde reflejada en Ceres, la diosa romana.
Esta Diosa entronizada, sentada entre dos leopardos, las bestias de Afrodita, amplía la imagen encinta a una de poder administrativo. Ella sostiene a la raza humana en su amplio regazo y está en cuclillas, lista para dar a luz. Más tarde, el nombre egipcio "Isis" significó "trono" o "asiento". Como dice Erich Neumann, "La Gran Madre es el trono, puro y simple". De alguna manera, esta imagen cambia entre el Paleolítico y el Neolítico, pero tal como lo había hecho mucho antes, aparece ahora entre nosotros dispuesta a dar impulso. la Diosa dentro del cuerpo, la fusión entre espíritu y materia.
En la imagen de la Madre Paz, reclinada en el pasto silvestre parece esperar a un amante o al oficiante de los misterios, rememorando figuras encontradas a la entrada de la Magdaleine, en la Edad del Hielo en Francia. A ambos lados, la entrada representa una figura femenina reclinada, grabada en la roca. "Lo que parece tan extraño en estas figuras es su pose inusual que nada tiene que ver con la de un ídolo. Ambas figuras yacen tendidas hacia fuera en completo reposo, con un brazo doblado sosteniendo la cabeza. Se elevan desde la roca como Afrodita, nacida de la espuma, surgió del mar". Más tarde, Giedion sugiere que estas esculturas en relieve anticipan las figuras posteriores de Artemisa reclinada, que "expresaban los múltiples atributos de la deidad: Diosa Madre, Diosa Luna, Regente del mundo animal, Diosa del Amor". También menciona pequeños desnudos similares en Babilonia del siglo III y II a. C. que, como las figuras de la Magdaleine, acentúan marcadamente el triángulo púbico.
Al frente, en la parte baja de la imagen de la Madrepaz, la placa de Deméter está tomada de una escultura en relieve de la pinturagriega clásica que reproduce los Misterios Eleusinos. Marija Gimbutas señala que desde el Paleolítico hasta la Antigüedad clásica, la imagen de la Diosa comenzó a fragmentarse desde su unidad original. Los misterios conducidos finalmente por un hierofante o sacerdote, no pudieron retener la mayor parte de lo que habían sido en el comienzo los misterios estrictamente femeninos. De todas maneras, estos antiguos ritos de iniciación celebraban la reunión de madre e hija, tanto como la cosecha de los granos sagrados, los que probablemente incluían algún conocimiento arcaico y tradición oral perdida hoy.
En su mano, la Deméter griega (o posterior Ceres romana) sostiene la serpiente de la regeneración y las espigas de trigo que simbolizan abundancia. Estas imágenes, aunque esotéricas y sacadas de contexto, todavía aportaban algún poder a los iniciados, aunque a menudo solo en el plano simbólico. Hoy día, por supuesto, los misterios femeninos que alguna vez expresaron una forma de vida y más tarde un ritual esotérico, los conocemos a través de pálidas versiones ofrecidas por los eruditos. Sin embargo, las bases de estos misterios permanecen en nuestros cuerpos. Nuestras iniciaciones modernas tienen lugar en un nivel inconsciente, durante nuestros sueños y visiones.
La Diosa, en su seductora pose contemporánea simboliza este conocimiento inconsciente que las mujeres modernas comparten de los antiguos misterios de sanación y transformación que aún viven en nuestra atenuada sexualidad y en nuestro siempre presente deseo de vivir.
El alma de mujer siente su conexión a la Tierra. Ella huele la rosa, roja como pasión o sangre menstrual, y conoce los misterios de la procreación, el potencial de la vida creciendo y nutriéndose en su útero, seguido por el acto sagrado del nacimiento. Ella presenta la vida comunitaria cercana al suelo, un tiempo cuando la gente no hacía guerras sino que ocupaban su tiempo libre haciendo arte y amor, concepto desvalorizado por nosotros, en los slogans de los años 60.
Cuando la agricultura se convirtió en negocio, se perdieron las cualidades de dar vida de la emperatriz y el trabajo llegó a ser el tedio que es hoy para la mayoría de la gente, sacado de su contexto significativo. La desconexión de la humanidad de la verde energía de sanación de la Diosa, de su tierra fértil fue la caída desde la gracia. El día que dejamos de amar la Tierra como nuestra Madre y a la mujer como su representante sagrada, fue el día que abandonamos el Jardín.
La Madre nos hace señas de que regresemos a ella antes de que nos destruyamos. Como la energía de la diosa Kundalini durmiente, ella pide ser redespertada en nosotras, de tal manera que podamos conocer una vez más la alegría y el propósito de la vida en el planeta.
Las antiguas culturas de la Diosa pueden despertar en las mujeres el deseo por una vida comunitaria donde se comparten las cosas materiales o por una vida sin guerra. Un mundo deseado donde todos los niños sean queridos, o donde se exprese con libertad la sexualidad, enterrando modelos o ideas culturales acerca del amor.
"En las culturas en que se reverenciaba a la Diosa, las sacerdotisas y mujeres mantenían el poder, el poder del nacimiento y la vida, del conocimiento, la curación y del culto. El culto a la Diosa mantenía una posición en que todo marchara bien en la tierra, tenían alegría de vivir, a la ley natural y a las mujeres, sus aspiraciones eran pacificas y populares, el poder era fortalecido desde adentro". DIANE STEIN EL LIBRO DELA ESPIRITUALIDAD FEMENINA
En esta cultura se encontraban sumas sacerdotisas y templos dedicados a la Triple Diosa (Isis, Diana, Hécate), altares sagrados y poder femenino.
"La mujeres en este tiempo toman conciencia de sus ciclos y sus energías inherentes a él, también aprenden a percibir un nivel de vida que más allá de lo visible; mantiene un vínculo intuitivo con las energías de la vida, el nacimiento y la muerte, y siente la divinidad dentro de la misma tierra y de sí misma.
A partir de este conocimiento las mujeres se relacionan no sólo con lo visible y terrenal sino con los aspectos invisibles y espirituales de su existencia. Fue a través de esteestado de conciencia que tenía lugar todos los meses que las chamanas/curanderas, y más adelante las sacerdotisas, aportaron al mundo y a su propia comunidad su energía, claridad y conexión con lo divino. La curación, la magia, la profecía, la enseñanza, la inspiración, la supervivencia provinieron de su capacidad de sentir ambos mundos, de viajar entre los dos y de llevar sus experiencias de uno a otro." MIRANDA GRAY LA LUNA ROJA LOS DONES DEL CICLO MENSTRUAL P 75
Chamanas Mujer sabia que conoce cómo conducir las energías para la sanación del cuerpo, la mente y el espíritu. En las sociedades primitivas, se recurría a ella no solo en la enfermedad sino también en busca de consejos para la vida. Su función como parteras era vital para preservar la salud tanto de la madre como de los nuevos bebés que llegaban a la vida por sus manos. Del mismo modo, estas mujeres eran "parteras del espíritu", facilitando el nacimiento de las almas en el Otro Mundo, asistiendo a las personas en el momento de la muerte. Algunos de sus sinónimos son "Mujer de Conocimiento" , "Mujer de Medicina" o como señala Clarissa Pinkola Estés en Mujeres que Corren con los Lobos, "la que Sabe".
Muchas definiciones coinciden con esta última al determinar que la palabra "chamana" significa "que sabe". Palabras con la misma raíz se encuentran en el sánscrito sramana, en el chino seha-men y en el turco altaico, kam udujan (mujer sabia).
El chamanismo supone una maestría sobre el reino de los espíritus para ser aplicado en la curación física. Al igual que el sacerdocio, es un arte femenino que fue usurpado por los varones prácticamente en todas las culturas, a partir del advenimiento del patriarcado. Vicki Noble señala en su libro Madrepaz. Un camino hacia la Diosa a través del mito, arte y tarot, que "el chamanismo es la religión más antigua en el mundo y se remonta a las raíces matrísticas primitivas de la cultura humano". En la misma obra cita a Geoffrey Ashe, quien asegura que el chamanismo fue "antiguamente un culto de mujeres que estaba fusionado mientras lo estaban los pueblos" y que "después que las tribus se separaron y dejaron de tener contacto entre sí pasó a manos masculinas". De este modo, comenzaron a utilizarse dos términos diferentes para definir el género de quienes ejercen este arte: "chamán" y "bruja". Mientras que la palabra "chamán", aplicada al varón, tiene connotaciones positivas, el término "bruja" ha sido utilizado para denigrar a la mujer sabia y para justificar el asesinato de millones de mujeres, durante el período de la Inquisición.
La palabra "curandera" es también utilizada para definir a esta profesión, aunque en la actualidad es un término frecuentemente asociado a la "ignorancia" y a la "superstición", cuando aún hoy, en las poblaciones alejadas de los centros médicos "civilizados", son ellas las responsables de asegurar la buena salud de la comunidad.
"La Mujer es la Sustentadora del Planeta y no debe permitir que su energía sea desviada hacia los sistemas masculinos, ya sea que estos estén dentro de un hombre o de una mujer -afirma en su libro The Power Deck. The Cards of Wisdom ("El Mazo de Poder. Las cartas de Sabiduría")-. Todos (y todas) necesitamos la armonía del mundo. La Madre Tierra no ha sido bien comprendida, pero ella es en realidad el Universo. Ella es el útero por el cual todo viene a la vida. La conciencia femenina es la energía que corporiza la sabiduría que necesitamos en este momento".
La función de las chamanas modernas consiste en sanarse a sí mismas de los milenios que han separado a la mujer de su naturaleza divina (v. Diosa) y que han devastado sus conocimientos y su autoestima, con la consecuente pérdida de poder. Sandra Román Artículo incluido en Diccionario de Estudios de Género y Feminismos, Susana Gamba (comp.), Tania Diz (asistente comp), en imprenta
"Sacerdotisas, el papel de sacerdotisas fue tan fuerte en esta época, adoptando la posición de adivina o hechicera, que era el vínculo de las primeras religiones matriarcales, estas mujeres de la aldea eran espertas en magia de la naturaleza, la curación y las relaciones entre las personas y tenían la capacidad de interactuar con las estaciones, su propio ciclo menstrual y su intuición, ayudaba y guiaba a sus semejantes en lo concerniente a la vida y la muerte, actuaba como iniciadora y transformadora valiéndose de los rituales de transición, y dirigía las ceremonias estáticas que llevaban la unión, la fertilidad y la inspiración a su pueblo". MIRANDA GRAY LA LUNA ROJA LOS DONES DEL CICLO MENSTRUAL P75
"Estas mujeres simbolizaban el equilibrio de la conciencia y las energías femeninas dentro de la sociedad y de la religión de la Diosas. Las sacerdotisas, hechicera, chamanas o brujas tienen la capacidad de transmitir los poderes de lo divino y esta es una capacidad típicamente femenina que proviene del propio conocimiento del ser. Convertirse en sacerdotisa significa bucear interiormente." MIRANDA GRAY LA LUNA ROJA LOS DONES DE LA MENSTRUACIÓN P77
De sus conocimientos de la sucesión de las constelaciones y de las estaciones derivaba su enorme poder, por lo que eran consultadas para predecir el porvenir, aconsejar el tiempo adecuado para sembrar, viajar, navegar o realizar otras empresas importantes... inventaron el sacerdocio. (Durante muchos miles de años lo ejercieron en exclusiva y profetizaban basándose en la observación científica de los fenómenos atmosféricos, que hacían su aparición coincidentes con una precisa situación estelar.
La mujer es la conocedora de los misterios de la reproducción: animal, humana y vegetal (de ahí las fiestas de "Misterios", celebradas en principio exclusivamente por mujeres en todas las religiones agrarias Mistéricas), consecuentemente el poder seguía estando en manos femeninas, con una organización igualitaria con vínculos horizontales.
La existencia de festividades exclusivamente femeninas ha sido explicada de distintas maneras. Una hipótesis es que los cultos femeninos eran supervivencias de un período matriarcal cuando toda la religión estaba en manos de mujeres. Otra explicación es que las mujeres en las sociedades primitivas tenían a su cargo la horticultura y la jardinería, y por tanto, estaban implicadas en los cultos a la fertilidad. (Pomeroy, 1987: 96).
Y así era la oficianta la que llevaba a cabo las ceremonias mágicas para solicitar favores a la Diosa, ayudada por músicas, cantantes y bailarinas (de las que existen múltiples obras de arte arcaicas que las reflejan, estando ausentes figuras paralelas masculinas).
Aporta Campbell la afirmación de Macculloch "una de las principales autoridades en este campo", de los celtas de Irlanda: ...desde el octavo milenio antes de nuestra era en adelante, fue tomando forma un nuevo orden de existencia humana, basado no en forrajear y cazar sino en plantar y recolectar cosechas, con la buena Madre Tierra como principal aportador del sustento. Fue en esos tiempos, entre esos pueblos, donde se desarrollaron los ritos de fertilidad que han conformado los ritos básicos de todas las civilizaciones basadas en la agricultura desde entonces: rituales que tenían que ver con el arado y la siembra, la siega, el aventado y los primeros frutos." (Campbell, 1994: 201).
"La función de las sacerdotisa es la de transmitir, es la transmisora. La capacidad de la mujer de recibir para poder dar la convierte en un canal perfecto para lo divino, representando a la Diosa en su facultad revitalizadora." MANUELA DUNN MASCETTI LA DIOSA CANCIÓN DE EVA P245
LA DIOSA EN CADA MUJER
"Tú eres Diosa"
La Diosa es la fuerza creadora del universo.
Sus símbolos, mitos, leyendas son ejemplos de historias que se encuentran por todo el mundo y en cualquier época.
Cada mujer es parte de la madre creadora.
Toda mujer participa en la creación por sus propios actos de tomar en forma activa el control del poder, desde su propia vida, cada mujer participa en el SER y la creación de la DIOSA que hay en todas las mujeres.
La danza, como un camino espiritual, permite que el cuerpo recupere sus formas y movimientos en un acto íntimo de encuentro con nuestro interior. De esta manera los movimientos son una expresión que surge de las conexiones con la Diosa que hay en cada mujer.
Metodológicamente pretendo demostrar la vía para llegar a este re- encuentro con la memoria corporal y su más alta emanación del Ser Mujer.
La DIOSA es la creatividad individual, crear bellas formas con sus cuerpos, sus manos, sus mentes, es el reconocimiento cada vez mayor de la Diosa como planeta, como la tierra misma y de las mujeres como parte de la tierra y de su ser divino, su evolución, su personalidad y su poder.
Lo mismo que hace la Diosa "arriba" en el universo, la Mujer "abajo" en la tierra, continua el misterio de dar y alimentar la vida, el de la menstruación , el del nacimiento y el de amamantar.
El resurgir de la Mujer y la Diosa, la gran madre como fuente de toda la vida, aceptar y confirmar la ley natural de la Diosa forma parte de una herencia que empezó antes del principio de los tiempos y que continuará cuando este haya terminado.
La Diosa ya no está dormida, está aquí y ahora.
En el proceso de re-ivindicarla, re-conocerla, re-cordarla y revisar sus técnicas, conocimientos y rituales, es también un descubrimiento de las mujeres, una curación de
la humanidad y de la tierra, esta re-visión, despertar y curación es lo que constituye la espiritualidad de las mujeres.
LA DANZA ÍNTIMA DEL SER
"la Danza es una de las formas más perfectas de comunicación con la divinidad y una ofrenda sagrada"
La danza intima del ser es un camino, una conexión con la Diosa, es una curación consigo misma, con los demás, con el planeta y todo lo que vive en el que se extiende a todas las mujeres en cualquier sentido y que esta aquí y ahora.
Las danzas sagradas conservan lenguajes arcaicos, nos devuelven a la ley universal de la Diosa, al movimiento para alcanzar la armonía de uno mismo y en el mundo. En el corazón es donde ocurre la danza.
La danza hace posible que cada ser se sumerja en sus cuerpos para descubrir y dejar surgir, más allá de las formas establecidas, su propia danza que emerge de las profundidades del propio cuerpo, de la memoria arcana, en la unión con la Diosa.
RECUPERANDO MEMORIA
"donde va la mano va la mirada,
Donde va la mirada va el espíritu,
Donde esta el espíritu, allí esta la emoción"
La danza es un medio de recuperar cuerpos que en occidente han sido desmembrados, las formas cotidianas de comportamiento corporal son, en apariencia, naturales, pues están revestidos de las conductas aprendidas socialmente y sujetas a la ley de la inercia, cuerpos que han ido perdiendo memoria, han talado sus raíces.
Es el cuerpo el que guarda cifrado su lenguaje arcano. Solo hay que tocarlo para despertarlo. Dejar que el cuerpo hable por si mismo, exige el propio vaciamiento para poder accionar, revela la forma del alma.
El Ser Mujer es una completa recuperación de nuestro espíritu, cuerpo, mente como uno solo, la lucha de la mujer a través de varios siglos es ahora la toma de conciencia de que somos seres creadores, generadores y sostenedores de la vida misma, ahora estamos ocupando el puesto que nos corresponde como seres, como madres, como profesionales, como ejes fundamentales en la reconstrucción de la sociedad y del planeta entero.
Es el compromiso de muchas mujeres y nuestra responsabilidad de Dar Luz desde nuestra cotidianeidad, porque somos portadoras de la mas alta tarea de crear y hacer de la Vida un acto de amor, de unión, de iluminar y trascender a otro plano de conciencia donde el respeto, la espiritualidad, las técnicas, el conocimiento, los rituales serán parte de un que hacer diario.
Cada Ser es una porción de Dios-Diosa manifestados y cada Ser en su corazón tiene el mas grande anhelo de que la vida sea un acto de amor con la belleza y sencillez de todo lo que nos hace volver simples y bellos a nosotros mismo y que lo encontramos en la naturaleza.
Que seamos capaces de crecer en conciencia, con profundidad espiritual para hacer de esta vida lo que deseamos verdaderamente.